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Humana Fundación Pueblo para Pueblo, organización que desde 1987 promueve la protección del medio ambiente a través de la reutilización de textil y lleva a cabo programas de cooperación en África, América Latina y Asia así como de apoyo local en España, recuperó 4.371 kilos de textil usado en Otura en 2017.

Las donaciones representan un aumento del 16,53% respecto al año anterior (3.751 kg), lo que constata la confianza de la ciudadanía hacia un modelo de gestión del residuo textil con finalidad social. El textil es la fracción recogida selectivamente con mayor potencial de aprovechamiento por encima del vidrio, el papel o el plástico.  Las más de cuatro toneladas recogidas en 2017 representan un ahorro de 13,8 toneladas de CO2 a la atmósfera, cosa que el planeta agradece.

Las prendas proceden de los cuatro contenedores de Humana donde la ciudadanía deposita la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no utiliza y a los que Humana da una segunda vida. El servicio de recogida del textil es gratuito y representa un ahorro importante en los gastos de recogida y eliminación de residuos sólidos urbanos. El objetivo de la Fundación es que la recogida selectiva de ropa usada y su preparación para la reutilización se consoliden como parte fundamental de la gestión de residuos.

Por otro lado, la gestión del residuo textil reporta dos grandes beneficios sociales: el primero es la generación de empleo verde y la contribución a la economía social, ya que fomenta la creación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad. Humana cuenta con una plantilla en aumento gracias a que genera un empleo indefinido por cada 36.000 kg de textil recogido.

El segundo es la aportación de recursos a proyectos de cooperación al desarrollo. Tras tres décadas de actividad, 2,4 millones de personas se hayan visto involucradas en los proyectos de desarrollo que Humana lleva a cabo en los países del Sur de la mano de sus socios locales. Ha destinado más de 30 millones de euros para la formación de profesores de primaria, el impulso de la agricultura sostenible a partir del fortalecimiento de las capacidades de los pequeños agricultores o los programas de lucha contra el VIH/SIDA, entre otras acciones de desarrollo.

 

Andrés Lagares, responsable del área de Recogida de Humana en Andalucía, valora así el balance en la recogida selectiva: “En primer lugar, cada vez hay más interés por parte de la ciudadanía y de las administraciones por reducir la cantidad de residuos y alargar la vida de aquellas prendas que están en buen estado. Mediante la recuperación de la ropa usada, conseguimos disminuir el volumen de residuos impropios que acaban en otras fracciones, además de posibilitar la reutilización y recuperar materias primas. Lo hacemos para dotar a esos recursos de un fin social, ya que las prendas que se desechan son un activo que, gestionado debidamente, se convierte en motor de progreso en España y de generador de fondos para la cooperación al desarrollo en el hemisferio Sur”.

“En segundo lugar”, añade, “como especialistas en preparación para la reutilización, gestionamos las donaciones de ropa y calzado usado para obtener el máximo aprovechamiento del residuo textil, dándole una segunda vida y favoreciendo con ello un modelo de economía circular. Así, convertimos los residuos en recursos para que sean utilizados una y otra vez, y contribuir así a una sociedad económica y socialmente sostenible”.